Los Shyris y la Justicia


Ojalá no se emputen aquellos que se sienten orgullosos porque  todavía creen que en estas tierras germinó un imperio impresionante, coteja del imperio Inca. Tan coteja que los pobres Incas tuvieron que recurrir al matrimonio para consolidar su llegada porque por la fuerza no pudieron.

Hablo de los Shyris. Una linda historia inventada por el padre jesuita Juan de Velasco.  En la página www.enciclopediadelecuador.com, consta un prolijo análisis del historiador Efrén Avilés Pino, Miembro de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, quien en pocos párrafos despluma al pobre cura jesuita y su intentona de historia preincásica.

Una de las citas que incluye el historiador Avilés es la siguiente: “En cuanto a los Shyris, en 1918 una Comisión del Consejo General de Instrucción Pública dictaminó que debía borrarse de la historia ecuatoriana el capítulo relativo a los Shyris, por cuanto que: “las seis páginas que tratan de la prehistoria ecuatoriana refieren como verdaderos los sucesos que a la hora de hoy están reputados como falsos, por lo menos dudosos por los más autorizados tratadistas de la Historia nacional”. (“Arqueología del Ecuador”, tercera edición-1984, padre Pedro Porras.- Apéndice).”

Esa retahíla de bravos y aguerridos  guerreros como Hualcopo, Duchicela, o Píntag que nos hicieron aprender de memoria en las escuelas, fue en vano señores. O no existieron, o no fueron ciudadanos del imperio de los Shyris. No fue por anticlericales, ni por antipatrias, ni por neoliberales, ni por socialistas siglo21, ni por ninguna razón ajena a la ciencia de la arqueología que varios historiadores serios consiguieran que el cuento de Juan de Velasco se fuera al piso como sotana de cura enamorado. El mismo González Suárez despotricó en contra de esa “historia”, y eso que entre sacerdotes no se pisan la manguera, aunque a veces se la toquen.  

En pocas, es posible que los únicos registros materiales y visibles de la existencia de esa cultura sean dos:  el  cuartel Epiclachima (famoso machazo y héroe militar que no existió)  y  la Avenida de los Shyris, misma que limita al norte con la Av. 6 de diciembre y al sur con la Av. 6 de diciembre, y en cuya orilla funciona, en el sector del parque de la Carolina, la sede de las MEGABESTIAS.  Y donde también funciona la sede de Alianza País. 

Hasta la presente se escuchan (y se publican en internet!) discursos de señores oficiales repletos de medallas, que evocan el valor de una tarea de generales shyris que son el ejemplo de valor, honradez y disciplina de los actuales compradores de armas. Y claro, como no son reales, tampoco el ejemplo. 

Son las evidencias las que nos permitieron, no creer, sino saber  que alguna vez existieron australopitecus, tiranosaurios, mamuts, tigres dientes de sable y socialistas pobres.  La historia de Tutankamón, por ejemplo, se conoció y se construyó a partir de los restos que de él se encontraron, y no al revés.  No ocurrió que un generoso historiador egipcio quisiera darle lustre a su pasado inventándose toda una civilización…no hizo falta, ahí están las pirámides.  Desde 1918 existe la orden de eliminar de la historia del país el cuento de los Shyris, pero nones. Qué pereza aprender, si es más cómodo creer, es nuestro lema católico, apostólico y romano.

Y por su parte la Justicia, al igual que el Imperio de los Shyris, solo ha existido en la imaginación de algunos.  Especialmente en los que tienen sueños de algún pasado o futuro mejor, o en la mente de los que hacen propagandas.



Los Shyris y la Justicia Los Shyris y la Justicia Reviewed by RLN on 11:47 Rating: 5

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