El Ecuador nació torcido

Cuatro millones doscientos treinta y tres mil trescientos treinta y dos personas han votado (el conteo está por culminar) por la opción perdedora en la pasada segunda vuelta ecuatoriana.

Es una locura, una sobredosis de insensibilidad pensar o decir que estos millones de ecuatorianos son militantes fanáticos de un proyecto de izquierda mafiosa.

Me preocupa mucho que se riegue la idea de que en Ecuador hay más de 4 millones de personas a quienes la violencia, la corrupción, el cinismo no les importa al momento de elegir a sus mandatarios, no está bien que se confunda al  votante con el militante.

Militantes, fanáticos y sicarios de la demencia y el robo serán algunos miles y muy activos. Pero el resto merecen ser conocidos, sus ancestros merecen ser conocidos. La historia tiene más de 14 páginas. Es muy posible que un votante de Arauz sea, en el balance general, mejor ser humano que tú, orgulloso y libre adherente de Lasso.  Cuidado con sentirte "mejor" o más "honesto".

El Ecuador nació torcido. Acaso tuvimos la mala suerte de la matanza de casi todos los  líderes intelectuales en 1810, o posiblemente ellos también solamente querían -como los que se quedaron- reemplazar a los reyes, por una propia y criolla aristocracia abusiva. Y como resultado hay gente que nunca conoció -hasta la llegada del correato que se encontró con el petróleo a 100 dólares- un camino, una escuela, un motor fuera de borda, un puente o un médico. Hablo de generaciones completas. Hablo de siglos completos.  No hay cómo enojarse con esas personas, es una reacción irresponsable. Estamos ya en el 2021 y la deuda con los ecuatorianos menos favorecidos no ha sido pagada por ningún político, sino que ha sido "cobrada" por ellos en sus nombres.

Las élites conservadoras ecuatorianas han confundido toda su vida creencia con sabiduría, han pensado que por leer el Génesis ya son antropólogos, han construido un país de inequidad, y aunque como siempre habrá excepciones, luego de dos siglos de mecer una olla con el caldo de cultivo más grande y triste posible, ahora se preguntan asustadas "¿cómo es posible que -sabiendo lo que se sabe-  alguien haya votado por Arauz?".  Odian al distinto, aunque lo necesitan. Y controlan a sus feligreses usando ese discurso de supremacía moral que "solo" pueden tener los verdaderos fieles.  

Las élites progresistas ecuatorianas han reemplazado las Sagradas Escrituras, por otras sagradas escrituras,  han aprendido a controlar a sus feligreses  con un discurso de supremacía moral que "solo" pueden tener los verdaderos izquierdistas. Se enriquecen igual, controlan gremios, sindicatos y partidos, también abusan de sus bases y tienen la última palabra sobre todo. Leen más que los de arriba, pero libros muy parecidos entre sí.  Seguro hay excepciones, pero después de tanto fracaso de su ideología, insisten en sorprenderse cuando la gente pobre vota por un banquero.   Odian al rico, aunque lo necesitan y en el fondo quieren ser uno de ellos. 

Y el liberalismo que entiende que no puede haber libertad sin igualdad de oportunidades, creo que vive -lamentablemente- solo en la cabeza de una docena y media  de compatriotas. 

Si el país insiste en seguir construyéndose sobre pilares de desigualdad seguiremos presas de mesías populistas cada vez más ladrones y peligrosos. Si la educación pública no permite que los jóvenes tengan alguna posibilidad frente a quienes pudieron acceder a educación privada, seguiremos con pie firme hacia los semáforos en otro país.  Y ojo, plata no le falta al Estado. Lo que no hay que hacer es robarse todo lo que se pueda robar y perseguir a quienes lo denuncian.  Plata hay,  pero cuando se acaba por las farras y el latrocinio, la culpa recae sobre los contribuyentes gracias a un discurso muy similar a ese que "explica"  que Cuba y Venezuela han fracasado por culpa del bloqueo de EEUU.

Lasso tiene que pensar mucho en quienes no votaron por él.  Su gobierno no puede repetir lo mismo de siempre. No puede permitir subsecretarios mediocres que escriban decretos para favorecer solo a ciertos grupos económicos, por ejemplo. Tiene que salvar a la dolarización, pero la dolarización necesita con urgencia que la banca baje sus porcentajes de interés,  entre otras cosas.  Tiene que invertir en armas para el ejército pues aunque ya no hay guerra con el Perú, los enemigos de ahora son mucho peores, pero al mismo tiempo, en serio, y sin discursos mentirosos de por medio, ni acciones exclusivamente proselitistas,  está obligado a arreglar la educación pública de una vez por todas.  En el sector de la salud, deberá limpiar más mierda que en los establos de Augías. (Y ya que estamos, que legalice la maracachafa).

Es evidente que la mayoría optó por vivir en paz. Nos corresponde poner nuestra parte, claro.  Cositas mínimas como  entender lo que es un estado de derecho y que si te opones a un golpe de estado no eres "fan" del presidente de turno. Evitar a toda costa caer en la dicotomía pobre y ridícula de que en Ecuador si no eres fascista, eres socialista. Esa gentuzita que cree ser la dueña de la bola de cristal, que te quiere silenciar cuando no repites exactamente su dogma particular, y que te acusa de "no conocer" la realidad por no pensar igual a ella, tiene que agarrar oficio.  Al Ecuador no le sirven de un carajo los sumos sacerdotes de la idea o ideología  que sea. Hay demasiados "dueños de la verdad" en este país, que creen que son distintos a quien han combatido, pero con poder serían idénticos. 

En fin, hay mucho más que hacer que hace 14 años. Y hay que empezar buscando las coincidencias entre nosotros, pues de odio, revancha y envidias, ya aprendimos que solo tragan los delincuentes. 
El Ecuador nació torcido El Ecuador nació torcido Reviewed by RLN on 11:26 Rating: 5

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