Abajo los talleres de autoayuda

(www.rafaellugo.com)

Hace docenas de meses asistí a un taller de autoayuda dirigido a hacer de mí un ser completo, que vive en el presente y no en el pasado ni en el futuro, que escucha a su niño interior y que además es íntegro, valiente, honesto, decidido, libre, responsable, fuente de amor, gran marido, mejor hijo, excelente amigo, hermano ejemplar, fundador de fundaciones, regalador de comida en las noches, apasionado, respetuoso, diseñador de origamis, amante de las flores, protector de animales, lavador de parques, auspiciante de viejitas, ciudadano comprometido, líder positivo, etc. Etcétera.
Los instructores eran una tarea de controladores enfermizos que gritaban en espanglish (con un pernicioso acento boricua que todavía me da calambres estomacales y que fue copiado inmediatamente por algunos reverendísimo y ecuatorianísimos huevones) a cualquiera de nosotros que se atreviese a cuestionar su sabiduría incomparable, eran unos locos al borde la de la histeria que sin embargo se dieron el modo de insultarte sin que les rompas las jetas, de hacerte recordar cosas lamentables de tu existencia, de compelerte a confesar públicamente ante tus cien nuevos hermanos de la logia, que robaste un banco, que te tiraste un maricón, que crees que eres maricón, que fuiste mujer fácil, que no se te para, que eres ninfómana, que adoras al diablo, que tu tío de abusó, que tu esposo no te hace el amor más de tres años, etc. Etcétera.

Con una técnica psicológica que era un cóctel entre silla eléctrica y San Agustín, pasando por la humillación pública, terapias de shock y hasta lavada de patas a lo apóstol reencarnado, trataron de hacerme renacer, convenciéndome que todo lo que era no servía para un carajo, y que más bien, debería ser una especie de ave fénix que de mis cenizas reaparezca hecho un perfecto ejemplar a la medida de un mundo mejor que todavía no mejora, porque además de todo, resultó que según los instructores, el planeta es un asco y que era MI responsabilidad: Toda la mierda que le ha ocurrido al Ecuador y al mundo, desde la presidencia del Gutiérrez hasta la diarrea del Papa eran, a su modo de ver, MI responsabilidad. Grandísima barbaridad que hasta ahora no consigo asumir, pues ni voté, ni votaría por el licenciado en educación física, ni le dí guatita a Zumo de Pontífice.

Y claro, en algún momento doblas el lomo y te sometes, te vistes de frac y sales a lavar parabrisas de coches en las calles pudientes de la ciudad para ver que sienten los pobres, o pides caridad para lo mismo, o sales a buscar a tu ex mejor amigo a quien le hiciste (o te hizo) la mega perrada de la vida y le pides perdón hablándole con el corazón y sacas 20 sobre 20 si consigues recuperarlo, pese a que en el fondo ya nada tienes en común. Y así una lista interminable de “ensanchamientos” de tus límites de pudor, moral, orgullo o en la mayoría de casos inteligencia.

Ninguna secta es tal si además no consigue que sus nuevos fanáticos salgan a vender la idea como impulsadores enloquecidos que trabajarán gratuitamente para los dueños del negocio por el lapso que les dura la estupidez, consiguiendo nuevos clientes que se apendejarán sin remedio y así hasta que en el país se terminen los consumidores, asumo que en unos cinco años más. Por mi parte, no conseguí ninguno, aunque confieso que si lo intenté.

No me arrepiento de haberme metido en esta vaina cuyos efectos colaterales afortunadamente terminaron hace mucho tiempo. Pero si me arrepiento de no haberle metido un puñete en la jeta al trainer el instante que me chilló alguna pendejada. La gente no cambió y creo que los buenos mejoraron y los malos empeoraron al mismo ritmo que lo hubiesen hecho gratuitamente en sus propias casas. Las chicas chéveres siguieron siendo tales, las zorras emputecieron sin remedio, los avivatos robaron en grande, los pendejos seguimos en nuestro curul, los chiros se pegaron a los platudos, las solteras se pegaron un par de polvos, los borrachos agrandaron el equipo y los únicos que salieron con balance a favor fueron el “trainer” que se enamoró de otro “trainer” y el dueño del negocio.
Abajo los talleres de autoayuda Abajo los talleres de autoayuda Reviewed by RLN on 10:51 Rating: 5

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