Si ven salir de un motel una mujer manejando aparentemente sola, es porque el jefe está agachado, no importa el qué dirán de ella, sino el qué dirán de él pues curuchupa que no se tira a su secretaria, no es curuchupa. Por ahí tendríamos que empezar….
Pero yendo al principio de mis encuentros con personajes curuchupas, debo recordar mi primer semestre en la universidad, donde los estudiantes tuvimos varias veces la suerte celestial de encontrarnos con varias damitas religiosamente educadas en colegios de monjas o del opusdei que fueron las primeras en caer de espaldas en algún motel de la franciscana ciudad. Luego se arrepentían, eso sí.
En el lado femenino, la curuchupicencia trasciende los años y las generaciones, y en el lado masculino también. Dama curuchupa que se respete está totalmente de acuerdo con que su hija le ponga los cachos a su esposo si es que éste resulta un vago, ocioso, pegador y borracho, pero no quisiera que se divorcie pues no se vería bien que sea divorciada, me muero. Y por el lado paterno aparece el curuchupa señor que alienta a sus hijos a tirarse a todas las mujeres posibles, pero defiende como mandatario necio a sus ministros brutos, la virginidad de sus hijas. O sea, de gana.
Curuchupa que va a misa no es él si es que no está sudando ripio porque una de sus amantes pasó junto a él en la fila de la comunión. Se pega la gran rezada de rodillas, recita en voz de tenor el padrenuestro con las manos abiertas y todo, y llega el lunes a su vida profesional donde no necesariamente respetará los 10 mandamientos. En definitiva el curuchupa va a misa con la misma intención con la que Correa va a sus sabatinas: exhibición de imagen.
Además, es gracioso e irónico, como altamente probable, que un curuchupa tenga al menos un hijo fuera de su matrimonio porque el control de natalidad es pecado.
El curuchupa que debería acatar las prohibiciones de la religión católica, es tigre para hacerse leer las manos por la bruja de Guápulo, para irse de putas sin probar bocado de carne de cerdo o res, el mismo día ese en que en que no se puede comer carne. También será muy ecuatoriano y piadoso para cruzarle un billete necesitado al chapa que le sorprendió borracho al volante de su auto o para hacerse el loco en el pago completo de sus impuestitos.
Ahora bien, aparentemente el curuchupismo está extinguiéndose, y esto sería porque las nuevas generaciones han descubierto que para nomás de tirar y chupar, no hace falta pedirle perdón a Dios Padre, sino a la esposa. O al esposo.
COMO RECONOCER A UN CURUCHUPA
Reviewed by RLN
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13:53
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