La
mujer mal casada es aquella dama que no le hizo caso a su madre cuando ésta le
decía, “tu novio es igualito al idiota bueno para nada de tu padre”. La madre, tan acostumbrada al misterio
divino, pensaba que con esa oración ya lo explicaba todo, entonces la
confundida chica al final del día le
hacía caso al drama y prefería “luchar” por su amor. Y se casaba contrariando la experiencia y se
graduaba más pronto que temprano de “mal casada”, con sus correspondientes
ojeras y rímel añejo.
Es
probable que hayan tres razones principales -o tres tipos de mal marido-, con
las cuales se puede hacer una división macro del grupo de las mujeres mal
casadas. De
tal forma que el genérico “mujer mal casada” se divide en tres subgrupos a
saber los siguientes:
La
casada con vago
La
casada con hijito de mamita
La
casada con mal polvo
Por
supuesto que estas condiciones no son excluyentes unas de otras, o sea un
hijito de mami, puede ser vago; un vago puede ser mal polvo, un mal polvo,
puede ser hijito de mami, y un hijito de mami pude ser vago y mal polvo. El muy
cabrón.
Pero
digamos que hay solo tres sub grupos y ya. Tres con los cuales hay cómo
hacer algo de broma, porque también están las casadas con violentos
maltratadores y con esos hijos de puta hay que hacer funcionar la guillotina,
no la imprenta.
En
todo caso, serán esos, para qué complicarse. Pueden ser distintos entre ellos,
pero si vale aclarar que todos estos tipos de maridos tienen definitivamente
algo en común: CUERNOS, porque ahora lo que menos hay es paciencia compañeros.
Pasemos
a las definiciones, que hoy por hoy no se ni para qué se las hace pues vivimos
la época en que todo se redefine, por ejemplo, ahora democracia es el tipo de
gobierno en el que el equilibrio de poderes se somete al equilibrio emocional.
Y así. En fin:
Definición
del vago: El vago es aquel sujeto que no
mismo sabe trabajar, ni tampoco hace el intento. Para colmo, varios fueron la gran esperanza
de muchos, de jóvenes iban muy bien vestidos al colegio, las chicas suspiraban
por esos muñecos que parecían ya haber convertido el futuro en un presente de
Hollywood. Pero no. Salvo que hubieran conseguido un puestito burocrático de
esos que regalan, el vago no podrá cubrir los gastos familiares cotidianos.
Peor un viajecito a Tonsupa.
La
esposa del vago: Ella tiene un poco la culpa, porque así mismo lo conoció- Pero
tienen las mujeres esa ridícula manía de pensar que los hombres cambiaremos
bajo su eficiente administración. Y no, no cambiamos. La historia de miles de
años lo prueba. El amigo era vago, el enamorado era vago y el novio era más
vago. Como en el fondo la señora sabe que tuvo la culpa por haber preferido al
guapetón vagoneta en detrimento de uno más cholito pero trabajador (que hoy
tiene una cadena de ferreterías, por ejemplo), no le queda otra opción que
trabajar. Y trabaja duro y parejo, tanto
en la oficina como en el hogar, porque el vago, no sirve ni para cambiar un
pañal, peor para sacar la basura. Capaz
que con entrenamiento y extorsiones sexuales (ofrecerle una mamadita, por
ejemplo) el vago, al menos, cambiará el cilindro de gas. Hubo casos de vagos hechos los pilas que
dejaron abiertas las hornillas de la cocina para que el gas se acabe pronto y
la mamadita sea más frecuente, pero
terminaron muertos por envenenamiento. Y sin mamadita.
Al
final del día la esposa del vago trabajó ocho horas en la oficina y doce en la
casa. Y las horas restantes las dedicará
a dormir o a chatear a escondidas con el más cholito pero trabajador que asomó
hace poco en Facebook.
Definición
del hijito de mami: Un pelafustán que es más útil cuando está ausente. Asco,
que hasta para cambiar un foco pide la bendición a la madre y la autorización
al padre, porque el foco es del departamento que le han prestado los viejos, en
el mismo edificio que ellos construyeron para vivir protegiendo a sus guaguas
hasta el fin de los tiempos. El hijito
de mamita hace el amor con su esposa pensando en su mamá. El hijito de mami no
puede ser buen padre porque no logra salir de su condición de párvulo al
cuidado de sus mayores. No es un mal
proveedor en esencia porque el papá le da trabajo en su empresa. El hijito de
mami, cuando su mami dice alguna idiotez frente a su mujer, finge no haberla
escuchado. Nunca defenderá a su consorte de las burradas de sus taitas, aunque
sean flagrantes y mal intencionadas. Por
alguna razón de alta psiquiatría el
hijito de mami ve a su madre como a la virgen María y a su papá como a San José
y ellos lo ven como a Jesús y para todos el matrimonio fue su crucifixión.
La
esposa del hijito de mamita: A estas
horas la señora en ciernes está trabajando porque el hijito de mami no le da ni
para la peluquería porque a su mamita su papito no le daba ni para la
peluquería, porque solita su mamita podía peinarse en la casa. La esposa del
hijito de mami ha desarrollado una asombrosa habilidad para sonreír cuando en
realidad quiere romperle el cogote a la doña por sus comentarios despectivos y
por sus críticas sonsas. Y más le toca disimular cuando la doña le dice que
tuvo suerte de haber encontrado semejante maravilla de muchacho que es su
mijito, que bien pudo haberse conseguido una mejor esposa, siendo él tan guapo,
distinguido, inteligente, trabajador, valiente, y otra vez guapo. La esposa del
hijito de mamita, trabaja 8 horas en la oficina, diez en la casa, dos horas
llora y el resto, ¿adivinen qué? O está chateando con el mismo cholito de la
casada con vago, pero en el Black Berry, o está dormida soñando en que despelleja viva a
su suegra jalándole del hocico con un playo rojo hasta darle la vuelta como
media, mientras la suegra grita como el
Patiño en Radio Democracia.
Definición
del mal polvo: El mal polvo, como su nombre lo indica, es eyaculador prematuro.
Y además de eyaculador prematuro es tan imbécil que cree que la próxima vez si
aguantará un chance más y así cada vez queda pésimo. Y tan irresponsable que no
se ha preocupado de desarrollar el uso de la lengua para reemplazar en algo sus
fallas fálicas. El mal polvo además, se queda dormido enseguida, cree que con prestarle
el control remoto a su mujer ya quedaron empates y además, para vivir tranquilo, se auto
convenció de que el orgasmo femenino es un mito. El eyaculador prematuro se
cree, en el fondo, egoísta.
La
casada con mal polvo: Por un tiempo creyó que era su culpa no alcanzar el
orgasmo en los putos 6 segundos que su marido le da a la matraca (en seis
trémulos, iniciales y bastante secos segundos, uno puede meterla y sacarla unas
8 veces, me parece). Pero como el chisme vuela, un día ella se enteró que no, que
el orgasmo era su derecho (casi constitucional) y que la falla era de Mr.
Flash. No faltó la devota que compró un
frasquito de brocha china y disimuladamente la aplicó al cónyuge, que esa noche
rompería su récord dejándolo en la escalofriante cifra de 3.2 segundos. Entonces,
para tener pretexto de salir y conseguir un buen polvo, la señora trabaja 10
horas en la “oficina”, ocho en la casa, y el resto de horas duerme, se enchufa
su vibrador de 17 velocidades y pupitos, y chatea con el vago del primer ejemplo,
porque justo ese vago, sin ser gran cosa, es mejor machucante que el marido de
nuestra amiga.
Y
eso es todo lo que se puede reportar por el momento.
LAS MUJERES MAL CASADAS
Reviewed by RLN
on
16:13
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