LOS “ALFARO VIVE CARAJO”

1.-Voy a partir por lo –aparentemente- obvio:  pensar que una “idea”, por altruista o buena que parezca,   justifica asesinar y asaltar para ser “enseñada” o “difundida” en una sociedad es una  horrorosa y fanática acción,  imposible de justificar.

2.- “Sociedad” es el concepto principal en los crímenes cometidos por el retirado grupo terrorista AVC.  No luchaban en contra de un país invasor, por ejemplo, luchaban, dicen, en contra de un régimen de derecha que atentaba en contra de los derechos humanos.

3.- Ese régimen de derecha se las arregló para derrotarlos antes de que –siguiendo la línea de otros grupos subversivos similares- los AVC empezaran a poner bombas en centros comerciales, por ejemplo.

4.-Ese mismo régimen de derecha y enemigo de la mitad de sus gobernados, es muy difícil de defender, pero era parte de la sociedad, que como concepto es el principal sostén de aquellos que repudiamos los actos antisociales de terroristas y otra clase de delincuentes.

5.- Ahora bien, vivir en sociedad implica muchas reglas de juego, entre ellas la capacidad de castigar a sus ofensores. Pero ese castigo que se expresa en normas penales y de rehabilitación social, no solamente significan cárcel y antecedentes penales para sus sancionados, sino también, cuando las normas lo permiten, de un retorno a la sociedad de aquellos que la atacaron.

6.- Si nos preciamos de vivir en sociedad y de ser defensores de su orden, también debemos aceptar que quien ha cumplido su castigo, tiene tanto derecho como quien no ha violando una norma, a ejercer su condición de miembro de esa sociedad que lo castigó y (teóricamente) lo rehabilitó.

7.- Si nos preciamos de vivir en sociedad, nuestra sanción moral no puede ser más larga que aquella impuesta por las leyes que protegen la sociedad que nos cobija.

8.- No hablo de quererlos, ni de recibirlos en nuestra casa, tampoco votar por ellos, ni peor de conseguirles nombramientos de héroes en ridículas declaraciones de políticos con cargos públicos. Incluso la mayor publicidad que han recibido ha sido de sus detractores (sarcásticos y solemnes).

9.- Simplemente hablo de dejarlos hacer lo que quieran hacer ahora que actúan dentro de un ordenamiento legal y luego de que han cumplido los castigos que la Ley disponía. Sin quererlo los AVC son un difícil reto a nuestra conducta democrática.

(9.5.- Yo no me atrevería a decir que los ecuatorianos somos demócratas, la verdad).

10.- En esta  sociedad ecuatoriana, que necesita con urgencia dejar de buscar alimento para el odio –especialmente el vinculado a la política-,  es preciso abrir los ojos a las reglas que nos rigen,  la relación con los sancionados por la justicia (sea confiable o no) no debe agotarse exclusivamente en dicha sanción, sino en la reincorporación de ese sujeto al orden que quiso dañar.

11.- “Sociedad” NO es solamente aquello que creemos correcto, NI es exclusivamente lo que es de nuestro directo interés; en la sociedad que decimos proteger, entran todos. El Estado de Derecho que tanto nos gusta defender, implica entre otras cosas que quienes han pagado sus penas vuelvan a cobijarse en él, aunque nos caigan al hígado por ex criminales y probablemente no tengan nada bueno que ofrecer. 

12. Si no somos capaces de dar la vuelta la página, y quienes nos han asesinado y robado por ideas políticas, serán perseguidos moralmente el resto de sus vidas, ¿sirvió de algo mandarlos a la cárcel?