Como
en todos los avances sociales que vamos copiando de países adelantados, en la
erradicación de la homofobia estamos en una fase previa y todavía verde. Y espero que no nos quedemos ahí.
Estamos
en la fase en que todo lo que parezca anti homosexualidad es malo, satanizado y
perseguido en el nombre de la libertad, la corrección política y de todos los
ladrillos que han construido los adelantos sociales.
Pero
ya es tiempo de subir un escalón, quedarse en el odio o el miedo al
heterosexual no es un triunfo, es por el contrario, perder el rumbo de un viaje
hacia una mejor sociedad.
Así como contrajimos homofobia (por la vía
de la persecución católica), y luego copiamos la lucha en contra de la
homofobia, debemos copiar el siguiente paso: Fíjense que en EEUU (Hollywood
tiene un poderoso grupo gay que controla muchísimos de sus espacios) hay series
que se ríen de la gente gay, así como se ríen de los heterosexuales. La gente
con una opción sexual tiene formas de ser que pueden ser caricaturizadas, eso
pasa en todas partes y a cada momento. No puede ser que del único del que
podemos reírnos sea del blanquito heterosexual, solo porque aparentemente es
mayoría.
Dentro
del asunto de las minorías, en los Estados Unidos, varios negros prominentes
piden que no se les llame african-americans. Quieren ser llamados negros. Esto
es una señal de que hay grupos humanos que van superando las fases de la lucha.
Yo supongo que habrá hombres y mujeres que encuentren algo ridículo que alguien
exija que se lo llame european-american, o australian-american, al referirse a otros grupos humanos.
¿Qué
busca una minoría? La igualdad supongo. Y
en la igualdad caben no solo derechos civiles como el matrimonio, por ejemplo,
o el respeto propiamente dicho y que se exige para todos los seres humanos,
sino también la caricatura, la broma, la “cogida de costuras” de nuestras
peculiares características y hasta defectos.
¿Cómo tiene que ser el humor ante la igualdad que tanto deseamos? Buscamos programas jocosos sobre matrimonios heterosexuales, y programas tipo documentales serios sobre matrimonios homosexuales? ¿Es eso igualdad?
¿Cómo tiene que ser el humor ante la igualdad que tanto deseamos? Buscamos programas jocosos sobre matrimonios heterosexuales, y programas tipo documentales serios sobre matrimonios homosexuales? ¿Es eso igualdad?
Si
no son capaces de entender y caminar en las estructuras por las que ustedes
mismos han luchado, la consecuencia será el retroceso. Uso un ejemplo muy
ecuatoriano para explicarme mejor. El movimiento indígena y Lourdes Tibán: Hace dos décadas apareció esta ocurrida señora vestida como una
indígena pura sangre y “se daba el lujo” de insultar al mestizo emplumado que
se le cruzara en el camino. Sin duda trajo aportes a su minoría y fue una líder
para avanzar en algunas áreas (en las que ya avanzaron). Pero hoy, tantos años
después, la señora Tibán sigue idéntica (y aunque a veces pueda que tenga razón
en putear al viento) ella es la muestra del anquilosamiento de una minoría poderosa
que de poner presidentes, pasó a ser una colección de federaciones y
asociaciones de minorías atomizadas posiblemente incapaz de presentar un líder
acorde a este tiempo. No hubo quién agarre la posta y doña Lourdes no dió para más. En el movimiento GLBT también hay un pequeño pero visible grupo de ayatollahs, dispuestos a la censura idiota y al conculcamiento de otros derechos de otras personas. Ni la menor idea tienen del daño que se autoinflingen.
Estos personajes roban la coherencia a la lucha por la igualdad de las minorías, porque como
dije antes, en la igualdad también entra la joda y el vacile. El mal gusto no es delito.
Si
los heterosexuales, clase media, mestizos, decidiéramos quejarnos de todos los
“ataques”, no quedaría nada por escribirse, filmarse o contarse, porque siempre
alguien se sentirá afectado por algún “estereotipo”. La próxima vez que se haga mofa pública de un hombre que se engordó desde que se casó, llamaremos a la autoridad para quejarnos en el nombre del heterosexual de lento metabolismo. Y esto es factible, aunque ridículo en
extremo.
Soy
feliz -y siento orgullo de presenciarlo- de que hayamos pasado de criminalizar
el homosexualismo a criminalizar la homofobia, pero ahora nos corresponde –como
en toda infracción penada por la ley- entender y definir qué mismo es
homofobia, dónde se acaba el odio y dónde empieza el chiste sin ánimo de
ofender o destruir. Hay que saber reírse de uno mismo amigo hetero, gay, bi,
transexual, trasvestido, y todo lo que asome en el futuro donde se involucre la
bien formada voluntad de más de uno. Es un trabajo duro y que implica madurez.
Pero
es el siguiente paso. Y varios deben, por el bien de sus causas, entregar la posta. De urgencia.
LA CORRECCION POLITICA
Reviewed by RLN
on
10:28
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