SUGERENCIA para la gente de la campaña ¿SOY PUTA Y QUÉ?

Cien metros antes del peaje de la interoceánica en dirección Quito-Tumbaco, cien metros y no menos, porque la gente empieza a buscar sueltos o a cambiarse a último momento del carril para irse por el telepeaje, coloquen una valla que diga:

“Un policía en Toronto dijo que las mujeres no deberían vestirse como PUTAS para que no sean victimizadas”.

Pasando el peaje, pero antes del intercambiador porque la mayoría se está yendo hacia la Simón Bolívar por culpa de la repavimentación, poner otra valla que diga:

“Elé, qué chapa para idiota, y eso que es de país civilizado, como Canadá.”

Para aquellos que igual se fueron por la interoceánica, yo diría, en la curva justo después del intercambiador, pagar otra vallita que diga:

“Que una mujer vista de una forma determinada, no la convierte en puta automáticamente, pues el hábito no hace al monje”.

Vale la pena usar las palabras hábito y monje porque esa onda piadosa gusta, aunque no faltarán los que se quejen por unir tan santas palabras a la palabra puta en una misma oración.

Los conductores y conductoras van a estar en plena reflexión y digestión de haber leído tres veces seguidas la palabra PUTA –que nunca sale de sus beneméritos labios, ni cuando se les va la luz en la mitad del informe en la oficina-, y les agarrará el semáforo de la entrada a Tanda. Ahí van a meditar otro poquito.

Acto seguido y antes de meter segunda marcha ya se encontrará de bruces con la actual y famosa valla que dice:

 "Si puta es ser libre y dueña de mi cuerpo, soy puta y qué".

Hay que concederles un par de kilómetros antes del siguiente letrero.

Justo al frente del almacén “Vela y Canela” -que tiene cosas muy linda por cierto- pongan una valla que diga:

“Si usted está con ganas de exorcizar a alguien,  de vuelta en U y empiece de nuevo desde la salida del Túnel Guayasamín”.

Finalmente, pocos metros después del puente de entrada a  Cumbayá, antes del taller de puertas de madera a la derecha hay espacio para una última recomendación en el mismo formato:

“Estas vallas no están dedicadas a sus hijas, ni a sus esposas, ni a sus madres,  sino a aquellos que creen que pueden justificar la violencia en contra de la mujer por la forma en que ellas deciden vestirse o actuar”.