Para
los, imagino pocos, ciudadanos que no han visto aún la serie Games of Thrones, la historia trata de
varios pretendientes a un trono que en el camino se van reventando a espadazo,
flechazo, veneno, palazo y piedrazo limpio.
La mayor diferencia en esta historia con los sucesos de las últimas
semanas en el convulso Ecuador, es que al menos un par de aspirantes al trono
ya murieron porque estaban en el campo de batalla. Pero por cada uno de ellos y en su nombre unos
tantos miles de soldados también murieron, y sin mayor lástima pues
al final del día eran extras. Ay mamita, los extras.
Con esta pequeña introducción, les voy a pedir que no sean esos extras cuyas muertes solo importan a sus parientes y amigos cercanos. Al final de este texto les diré quiénes son Julio Augusto García y Rakharo.
Hace
unos días mi amigo Juan Fernando Carpio me compartió un video de una charla
sobre la política y la gente de Miguel Anxos Bastos (https://www.youtube.com/watch?v=Jre-RicTrlM&app=desktop)
y si lo ven, seguramente ya no necesitarán llegar al final de este post.
Pero
si siguen por aquí, esto es lo que pienso al respecto de las últimas marchas en
Ecuador:
He
visto pedidos al alcalde de Quito para que envíe sus tropas (policía municipal)
a recuperar la Tribuna de los Shyris, de
la ocupación de los policías nacionales. Empecemos por mirar lo ridículo de
convertir a esas gradas en Jerusalén y a los chapitas municipales en cruzados ya
los nacionales en musulmanes, y en lo cobarde e irresponsable de pedir a una
autoridad que envíe a sacarse la cresta a lejanos compatriotas que –acaso
lamentablemente- no pudieron acceder a
otra forma de ganarse la vida (de
paso los shyris ni existieron ¡PLGP!). Aquí un ejemplo de que los extras no importan
cuando mueren a nombre de terceros más vivos.
Pregunto a todos los miles de ciudadanos que no
pretenden tumbarse al presidente, sino que quieren cambios en el gobierno: ¿Cuál es la idea de irse a tomar la Plaza
Grande? ¿Qué hay ahí, además de unas
hermosas magnolias y un monumento con un pobre león atravesado con una flecha? ¿Cuál es la idea de ir a buscar que un
policía nervioso se desquicie y te rompa la cara? ¿La idea es llegar a donde
están los otros ciudadanos –extras como tú- y matarse?
Tenemos
mala memoria. Cuando las marchas que llevaron a Bucaram y a Gutiérrez (no se en
las de Mahauad porque estaba fuera del país), yo recuerdo que ni bien
llegábamos a la 10 de agosto y Riofrío
(si, ahí donde venden los cromos para los álbumes de sus guaguas), la
policía de ese entonces a sesenta metros de distancia ya le entraba a las bombas de gas lacrimógeno como si
estuvieran por prescribirse al otro día.
La gente corría, se ahogaba, se caían, rodaban y muchos hubo heridos y muertos. Ahora, la Policía te deja
llegar a sus narices, sin embargo, es obvio que no te dejarán pasar a sacarte
la puta contra los otros ecuatorianos a los que han aprendido a odiar, como
ellos a los otros. Es obvio que no se puede pedir a las autoridades que jueguen
con sus policías como si fuera una sangrienta partida de Risk. ¿Qué están pensando los que no quieren tumbar al gobierno,
pero igual pugnan por llegar a donde
habrá violencia descontrolada si la policía los dejara pasar?
Los
políticos (miren el video) aunque se odien entre ellos y pertenezcan a partidos o movimientos
distintos luchan entre sí por un poder que en la puta vida será del extra de
cualquier bando que caerá roto la cabeza o muerto en la mitad de la calle. ¿De qué serviría irse a reventar la cresta en
el nombre de la nada?
Manifestarse,
expresarse, señalar pacífica y masivamente lo que debe ser cambiado y corregido es posible y, acaso, más efectivo porque la violencia termina siempre por
anular las mejores ideas y conceptos.
Digo, no es muy coherente que en las calles y en las redes sociales se
pida tolerancia y respeto con insultos, agravios y ataques físicos. O cambiamos nosotros las conductas de los que ostentan y pretenden el poder, o ellos nos mantendrán iguales, que es como les somos útiles.
A los políticos irresponsables, violentos y criminales hay que dejarlos solos, que vayan nomás a matarse entre ellos -cosa que finalmente nunca harán-. Las horrendas manchas que la violencia ha dejado en nuestro país no se van a lavar con sangre, peor con sangre de comedidos de buenas intenciones.
Para terminar, por si no los recuerdan, Julio Augusto García, era un fotógrafo chileno-ecuatoriano que murió asfixiado por los gases lacrimógenos cuando las marchas contra Gutiérrez, y Rakharo fue soldado de la Madre de los Dragones, en la primera y segunda temporadas de Games of Thrones, hasta que murió en una misión encargada por la reina. Es posible que me haya equivocado, pero presiento que pocos de ustedes se acordaban de estos dos personajes de la realidad y de la ficción que participaron del juego del poder con su mejor voluntad. Por esto, si cualquier político te pide que lo acompañes a poner en riesgo tu vida, dile “ahorita no joven, no soy su extra”.
GAMES OF ECUADOR
Reviewed by RLN
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10:19
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