EL RING DE LOS SAPOS

Este es un incompleto inventario de las más sonadas broncas en la última etapa sin dictaduras militares en el Ecuador. Resulta común que la arena en la que han rodado verdaderos gladiadores del ridículo sea el Congreso (hoy Asamblea).

Fútbol y balas:

El primer congreso post milicos de 1979 (y pensar que nos parecieron incapaces), trajo una constante violencia. El todavía no asesinado a tiros Jaime Hurtado del MPD, rechazó la presencia en su área del diputado Juan Manuel Real mediante un soberbio patazo.

En ese mismo año, y mucho más elegante el ex presidente Otto Arosemena disparó dos tiros contra el conservador Pablo Dávalos, dejándole la pierna herida. Yo recuerdo ver en la tele a Don Otto diciéndole “adefesio” a la pobre pierna herida de Don Pablo. Mucho más elegante, como ya dije, Arosemena cumplió un mes de prisión.

En el 81, el ya veterano pateador Jaime Hurtado, volvió por sus fueros, esta vez convirtiendo en pelota al honorable Juan Tama.

León Febres Cordero, con pistola casi en mano, y maleta llena de muñecas de trapo rugía en el congreso, y apareció en una foto que hizo historia. Incluso, según el libro “la mirada y la memoria” de Khalifé y Laso, fue parte de una muestra llamada “El ojo detrás del lente, visiones del fotoperiodismo” y debía ser exhibida junto a otras más en el Malecón 2000 en el 2005. Pero el Municipio intentó censurarla y fue tapada por más de una semana. El libro también relata que, “ante un eventual escándalo mayor, la foto fue descubierta días después.” Chistoso como censuraban los que hoy odian la censura. (¡Muerte a la censura!, por cierto)

Lenin, el socialista de la otra mejilla (y más tiros):

En el Congreso de 1985, Carlos Luis Plaza Aray (ya fallecido en accidente de tránsito) tumbó de un gran puñetazo a Lenin Rosero. Esta imagen fue fotografiada y la foto dio la vuelta al mundo y se hizo famosa por el sopapo y por la pistola que se veía en el cinto de Plaza Aray. Además, para ponerle ritmo al asunto, el socialcristiano Simeón Rivadeneira llenaba de agujeros el techo del salón disparando al aire como vaquero fumado.

¿Porqué dije que Lenin puso la otra mejilla? Porque al año siguiente, la conocida diputada por Cotopaxi, Josefina “Pepita” Izurieta le clavó una magnífico chirlazo al ya maltratado honorable Rosero. Y creo que nadie supo porqué mismo fue el guaracazo.

Castigos anticipados

A veces los castigos vienen anticipadamente. En el 86 Edison Villamagua del PRE, haciendo gala de una puntería colosal le asestó un cenicerazo en la ceja al Dahik. El Villamagua decía algo así como “yo no fui, seguro le cayó un pedazo de las lámparas colgantes” y el Dahik sangraba como desangró la cuentita de gastos reservados años después..

Por esos mismos días (como adivinando que luego sería el más fiel Ministro del Jamilito) Jacobo Bucaram le partía la ñata a Vladimiro Álvarez que adolorido murmuraba ¿dónde está el tabique? El mismo Mahauad y un tal Valle rodaban por el suelo (no se sabe si peleando), situación que aprovechó un Bucaram para patearle en la cara al futuro profesor de gobierno de Harvard. Le puso el ojo hecho pelota, y le desconectó el fusible de la razón.

Golden shower y tabaco inglés:

La mejor puteada de la historia (sin ningún puñete, eso sí, gracias al antiguo “agárrenme que lo mato”) va a la cuenta del Alcalde de Guayaquil. Nebot llegaba al Congreso con la banderita de “si acá me va bien, seré Presidente”. No le fue bien. La transcripción del video de su bronca con un par de diputados de izquierda se ofrece a continuación:

Mientras se escucha en el video a alguien decir "mantener la calma, después se acusa de que el Congreso es un circo", aparece raudamente cabreado Jaime Nebot. Un chapita de la escolta legislativa vuela por los aires y rueda unas gradas (no se le cae el casco).

Voz: !Escolta Legislativa" !Mantener la calma por favor señores honorables legisladores!

Nebot lanza su frase perpetua: "ven para mearte insecto hijuepucta, no puedo pegarte, ven para mearte". Eso se lo dice a algún diputado socialista (juro que no se a quién). El barullo, el forcejeo es digno de barras bravas. Y la cosa va así más o menos:

Nebot: Raúl Patiño, tu eres decente, no te metas.

Raúl Patiño: ¡No puedes insultas así pues!

Nebot (nuevamente dirigiéndose al putiado original): Rrrrata. Ahora si te voy a pegar hijuepucta!. Violador de criaturas, ¡maricón! Enano de mierda. ¡Sal afuera! Cobarde mamarracho, enano hijueputa. Sal a pelear conmigo...cobarde....violador hijuepueta. Se acabó esta pantomima aquí de guardar la compostura. Sal a ser hombre, mamarracho, carajo. Esbirro traidor que has vendido a tu partido. Ayer te reuniste con César Verduga.

Enrique Ayala Mora (aparece a la defensa e increpa a Nebot): ¡No te permito! Insolente! No tienes autoridad moral! !Te callas! (sacudiendo un dedito acusador)

Nebot: Te voy a dar una cachetada.

Enrique Ayala Mora: Ven para hablar de socialismo (parece que dice).

Nebot: Qué socialismo, mamarracho. Vestido de frack con pipa y tabaco inglés. COJUDO!.

Congreso: Ja, ja, ja, ja, ja.

Enrique Ayala Mora: A mi me podrás decir eso, pero no ladrón.

Nebot: Socialista... oligarca imbabureño. Ven tu también!

Y luego siguieron los gritos, y retos al duelo.

Raúl Patiño: (A Nebot): No te das cuenta del papelón que estás haciendo..y quieres ser presidente. ¿Por qué no debates?

La plena:

Los años siguientes no fueron tan movidos, salvo la caída a palazos a un diputado del PRIAN por parte de los ex amigos del gobierno cuando la consigna era cambiar manteles viejos, por manteles propios. En todo caso las peleas nunca han sido por la Patria. Esos jamás han peleado por nada honorable. Son hienas gruñéndose y mordisqueándose por el animal muerto que van despedazando. 
Y siguen despedazando.