LOS PELOS PUBICOS ESTAN EN RIESO DE EXTINCION!

¿Porqué tanto sufrimiento por el Yasuní? Existen áreas boscosas y ensortijadas que van siendo borradas a razón de cinco centímetros cuadrados por minuto. Así como hay seres preocupados por las zonas verdes y húmedas, yo soy un ambientalista de los montes de Venus (que también son húmedos, si vas por buen camino).  

 Y desde hace tiempo observo con suma preocupación la deforestación de esas áreas, antiguamente pobladas de churitos. Basta con mirar películas porno de los años setentas y compararlas con las de ahora. Esas enormes matas de pelo –grandes como parroquias- que exhibían mujeres como Kay Parker ya no se las encuentra. Mejor dicho si se las encuentran, pero en apartados de categorías especiales entre las que están todas las especiales desviaciones sexuales de hoy. Hairy, o sea, peludas, se ofrecen como rarezas del mismo nivel que sadomasoquismo,  chivos o ministras de economía.

 A principios del siglo XX todavía se podían encontrar áreas pobladas incluso en las axilas de las damas. En nombre de la estética éstas fueron las primeras zonas desvastadas sin remedio. Hoy en día, solo Britney Spears se atreve a enseñar sus axilas peludas. Pero a cambio de afeita la cabeza.  

 El resto de áreas peludas sigue su curso de desertificación. ¿Dónde van a vivir las ladillas? Muchas de ellas a mediados de los años noventas,  desesperadas migraron en busca de pelos y algunas están viviendo literalmente en el culo. Pero ahí no es bonito vivir y su destino es incierto. Y oscuro.

 Así como ninguno de los muchachos de nuestra edad pudo conocer en funciones a un político honorable, a este paso nuestros nietos no sabrán lo que es sacarse pelitos de los dientes.

 ¿Cómo sabremos que una mujer es rubia natural? La única forma de saberlo cuando había sospecha era inspeccionando sus áreas abajo del pupo. Para colmo ahora hay transplantes de pelos para el pubis, así que no faltará la  inconforme –y embustera- morocha que se elimine los pelos con electrolisis y luego se implante unos rulitos rubios como el sol y diga que es descendiente de suecos.

 Debo reconocer que los pelos en áreas femeninas que no sean la cabeza, las cejas y las pestañas son feos. Y acaso inoportunos. Un día me encontré con tres pelos en un pezón y casi muero trágicamente estrellándome de cara contra la lanfor del motel.  Y la verdad es que mucho pelo púbico como que ya no se siente limpio ni organizado.  Es decir, más chévere se ve una camaronera bien distribuída que un manglar alborotado donde cualquier cosa te puede saltar a los ojos. La moda es desde el punto de vista sensorial mucho más placentera, me parece. En pocas palabras gracias a la estética  casi ya ni me importa la tala indiscriminada de pelitos.

 Pero me siguen preocupando las ladillas.